sábado, 24 de febrero de 2018

Torpezas

Como un vendedor ambulante
trae hasta mí
su oferta sigilosa,
el diablo

con sus espinas de espanto
y goce
escondidas en los pliegues
del día,

inyectando 
su savia incesante.

Cansado de sus golpes
en la puerta,
al fin, decidí
acomodarlo
en la estantería
de mis torpezas.



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