lunes, 27 de abril de 2020

Pandemia


¿Qué dios habrá descargado su furia
sobre todos nosotros
consumidores de ingenios de mercado,
de entretenimientos de la verdad,
de felicidades recetadas?

Como si la ciudad se avergonzara
de un estigma consabido,
y el pudor ganara las calles,
transitamos con un velo en la cara

y una inusitada distancia
nos aleja de abrazos y saludos
confinandonos en la desconfianza
al prójimo, 
y el racionamiento de nuestro
sustento.

En la intimidad de nuestros hogares
expiamos nuestra culpa 
en un ritual de agua y jabón.






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